Un ministro evangélico de una ciudad fronteriza mexicana permitió que decenas de familias migrantes vivieran en su centro religioso. Pero cuando decidió expulsar a la mayoría, debido al coronavirus y el hacinamiento, su hermano los acogió en su casa.
source https://www.nytimes.com/es/2021/10/05/espanol/migrantes-matamoros.html
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